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“…Existe el Foco de la Gran Hermandad Blanca dedicado a la preservación de la Llama Cósmica de la Ascensión la cual es el CAMINO DE REGRESO AL HOGAR para cada corriente de vida determinada en sí misma para hacer las cosas bien delante de la Ley Cósmica y completar la porción del Plan Divino por el cual se ha realizado la encarnación siendo auto-conscientemente sostenida, y para la preservación de la identidad.
El Templo de la Ascensión del Amado Serapis Bey está dedicado y consagrado a proveer una corriente de energía ascendente sobre la cual cualquier individuo, cuando esté purificado lo suficiente, pueda regresar al Reino de Perfección y convertirse en un Ser Ascendido.
Esta corriente está compuesta de la energía real, focalizada a través de las mentes, sentimientos y cuerpos de los Hermanos y Hermanas del Templo de la Ascensión, en adoración, oración y devoción a Dios. De ese modo, cada Miembro ensancha el río de energía ascendente mediante Su Propia participación personal y colectiva en tales servicios. El descenso consciente de la humanidad y los Espíritus Guardianes hacia dentro de la atmósfera de la Tierra fue para el propósito de la magnetización de esa perfección hacia dentro de la sustancia y forma del mundo físico. Al igual que el Sol físico “reduce” la radiación del Sol Central de nuestro Sistema, cada corriente de vida dada la oportunidad de encarnar sobre la Tierra también promete exteriorizar alguna porción del Plan Divino. Cuando la corriente de vida hubiera completado ese servicio, debía ascender de vuelta hacia su estado natural de perfección.
Sin embargo, la humanidad perdió la memoria de ese propósito inicial – razón de ser – y perdió también la capacidad de encontrar el camino de regreso al hogar.
La Hermandad de la Ascensión, sabiendo que en algún momento, en algún lugar, cada individuo debe completar su ciclo de individualización y retornar a Su Fuente, ha mantenido la puerta abierta para que aquellos quienes completen sus servicios y califiquen para la graduación pudieran tener la asistencia de Sus energías boyantes sobre las cuales ascender.
Debido a la acumulación de la masa de energía discordantemente calificada llenando la atmósfera de la Tierra, ningún ser no ascendido puede lograr esta Ascensión solo. En el momento en que el individuo finalmente ha completado su servicio a la vida sobre el Plano de la Tierra, algún Miembro de esta Hermandad le asiste a elevarse sobre la marea Cósmica de la Llama de la Ascensión hacia su estado verdadero en el Reino de Dios. Cada una de tales corrientes de vida ascendiendo contribuye con las energías alegres de su propio mundo con la Llama de la Ascensión a medida que él logra esta Victoria final. De esta manera cada Ascensión hace más amplia, más alegre, más poderosa y más boyante la Llama de la Ascensión y esta Llama se convierte en una asistencia siempre-incrementándose, para ser usada por aquellos quienes siguen hacia el Reino de los Maestros Ascendidos, cada uno en su propio momento designado.
Los Angeles del Templo de la Ascensión reúnen toda la alabanza, adoración, cantos, devociones y bendiciones enviadas hacia arriba por los individuos en adoración congregacional o en la aplicación individual y estas corrientes son cuidadosamente tejidas dentro de esta Corriente de Energía Espiritual siempre-ensanchándose. Cada Ascensión hace más fácil para la próxima corriente de vida disponer por sí misma del pleno ímpetu Cósmico acumulado de Aquellos Quienes se han ido antes.
Por lo tanto, querido lector, todas sus oraciones e invocaciones ya son una parte de esa Llama de la Ascensión, guardada y sostenida por la Hermandad. Un día, cuando llegue su propia llamada, estarán agradecidos por la marea de energía ascendente la cual ayuda a su alma sublimada en su viaje final hacia el Reino Maestro Ascendido.
Cuando un hombre, en sí mismo, desea saber la razón de su propio ser y desea cooperar con la Voluntad de Dios, llega al umbral del Templo de la Ascensión en conciencia. Para graduarse desde el Plano de la Tierra y salirse de la rueda del nacimiento y muerte, el individuo debe primero determinar dentro de él mismo completar su servicio individual a la vida, purificar las energías que ha usado tan prolíficamente durante eones de vida y prepararse para estar despierto, auto-consciente, en un reino donde no existe discordia, inarmonía, imperfección o limitación. De ese modo el debe llegar a ser incapaz de la generación de discordia a través de su propia conciencia, de su propio pensamiento y sentimiento. Sólo de tal manera puede calificar para la entrada al Reino de Armonía.
A los individuos quienes han llegado a un lugar de madurez espiritual y quienes desean servir con el Padre Quien los ha creado y sostenido a través de las centurias se les dá oportunidades sin límites para ‘servir al propósito a través de aquello que los hizo hombres’. Tales oportunidades, bajo la nueva Dispensación, entran a la experiencia de la vida ordinaria de la vida diaria. Estas oportunidades siguen el patrón de las iniciaciones creadas que son provistas para el neófito… Debido a que el ‘glamour’ del Retiro no es patente en la vida diaria, muchos individuos de méritos quienes han solicitado las disciplinas, purificaciones y asistencia de la Hermandad de la Ascensión, no están conscientes que las mismas experiencias de la vida están siendo provistas conscientemente por esta Hermandad y que el ascenso está tomando lugar de acuerdo a la maestría y control de estas condiciones las cuales muy a menudo dejan de interesar al ser externo.
La presencia del cuerpo físico en un cierto lugar no es necesaria para la aceptación del individuo en el rol de aspirante a la maestría. El motivo en el corazón del aspirante determina esa aceptación. Muchos son los candidatos para la Ascensión quienes viven vidas mundanas en el mundo de la forma pero aquellos cuyas almas están siendo purificadas, fortalecidas, probadas y examinadas por la Mística Hermandad exactamente donde están. La admonición constante de esta Hermandad para sus chelas es “TRATAR”. Es del motivo dentro del corazón que moran los Maestros de Sabiduría.
Para ascender al lugar de la auto-maestría, control-Divino, paz, armonía, salud y el suministro siempre presente, el individuo debe aprender a depender de la Presencia de Dios dentro del corazón. Las disciplinas están diseñadas a volcar la conciencia, atención, mundo de sentimiento y ser externo hacia dentro hasta que desde dentro del centro corazón del Ser se extraiga conscientemente y a voluntad, cualquier cosa y todas las cosas que se requieran para adelantar esa porción del Plan Divino que el ser individual encuentre a la mano para ser exteriorizada.
¡La ascensión de los pensamientos, sentimientos, acciones y palabra hablada del estudiante no es el trabajo de un momento! Es la aplicación constante, cada hora para elevarse hacia una conciencia espiritual de gracia para escuchar, de armonía, balance, pureza, paz, suministro siempre-sostenido, salud perfecta e iluminación siempre-incrementándose del alma hasta que el Ser Espiritual se manifieste en cada avenida y actividad de la experiencia de vida.
A medida que los chelas interesados visitan el Templo de la Ascensión… se les hace la petición de traer consigo de vuelta con ellos hacia su mundo individual, hogares, auras y conciencia esa elevación, vigor, energía alegre que es la actividad de la Ascensión. Esta Llama entrará a la sustancia elemental de los cuerpos internos, así como también a la forma física y actuará como la ‘levadura en el pan’ cuando sea invocada seriamente.
A medida que la Llama blanca pura pasa por la sustancia de los cuerpos del chela acelera la acción vibratoria de los átomos, cada electrón moviéndose más rápidamente alrededor de su propio polo central. Esto causa la liberación de la sustancia impura, discordante, cargada pesadamente alrededor de los electrones, y acelera el ritmo de los vehículos. Estos vehículos entonces llegan a estar más sensitivos a las vibraciones más sutiles de las Esferas Superiores y la conciencia de todos los instrumentos se sintoniza más con la Verdad, la atracción de gravedad es disminuida, y los diversos apetitos y pasiones de los vehículos físico e internos son transmutadas. Es una actividad de purificación práctica y mecánica.
Cuando la Llama de la Ascensión actúa así, el individuo, a través de sus propias energías purificadas, se convierte en un conductor de la actividad elevadora de la Llama de la Ascensión dentro de su propio medio ambiente, hogar, familia, negocios y asuntos.
El Gran Templo de la Ascensión…será el Anfitrión para los Miembros de la Gran Hermandad Blanca y para aquellos individuos quienes escojan aceptar la oportunidad de visitar este Retiro en conciencia y absorber los Regalos de Luz, Liberación y Pureza que forman la atmósfera y Poder de este Retiro.
Aquí, cada hombre es invitado a pararse en la Presencia del Jerarca…, entrar al corazón de la Llama de la Ascensión, y prepararse para reunirse con Su propio Ser Divino cara a cara y entrar a la Unidad con Su Propósito, Su Diseño, Su Servicio a través de la personalidad externa.
En los niveles internos, el Maestro Serapis es la Inteligencia Directora de la Cuarta Esfera. En esta gran Esfera, moran los Seres Crísticos del mayor número de la raza humana, esperando la hora en que Ellos puedan asumir la autoridad sobre la personalidad externa misma y cumplir Su Plan Divino. Serapis, por lo tanto, está muy bien familiarizado con el Ser Divino de cada aspirante y conoce muy bien lo que es el Patrón Espiritual para cada corriente de vida quien tiene la temeridad de pararse delante de El.
La medida del desarrollo del ser personal y el cuadro claro del Ser Crístico son registrados en Su Conciencia simultáneamente durante la entrevista y el tipo particular de entrenamiento, disciplina, instrucción y purificación requerida para atraer este Ser Crístico Interno y la personalidad externa junto es diseñado aquí por el Maestro y dado a uno de los Hermanos a Quien es asignada la responsabilidad de ver que al estudiante se le dé la oportunidad de desarrollarse de acuerdo al Plan del Jerarca. Este tutelaje se hace enteramente desde “detrás del velo” y el neófito nunca está consciente de un instructor en ningún momento. El es forzado de vuelta a la comunión con el Ser Divino dentro de su propio corazón y hacerse dependiente de Sus impulsos todo el tiempo. Las circunstancias que parecen “suceder” son, de seguro, cuidadosamente planificadas para darle a él la oportunidad de ganar maestría a través del auto-control e iniciativa. Unicamente aquellos quienes son capaces de moverse hacia delante de acuerdo a los impulsos del Ser Divino se les permite permanecer. Los demás, después de un tiempo dado, se les pide retirarse. Es un hecho particular que, aunque la Membresía en el Templo… siempre ha sido más pequeña que en cualquier otro Retiro sobre la Tierra, el interés de la gente ha sido volcado hacia Este por razón de Su reputación por las Disciplinas y Entrenamiento. Es la esperanza de Su gran Jerarca que la gente de la Tierra pueda DISFRUTAR este mes…y de las explicaciones de la Ley que están detrás de las disciplinas las cuales forman el Voto del neófito y – entendiendo la Ley – esté ansioso de cumplir con Esta y ganar de ese modo su Victoria individual en la Luz.
Pueda la Gloria de la Llama de la Ascensión ser suya durante esta época, y a través de cada uno inundar la Tierra con el conocimiento del Poder de la Luz y amor como el Control Maestro de la Energía en cada reino, esfera, y octava en la Tierra, sobre su superficie, y en su atmósfera superior.
——— Nota (1): El Templo de la Ascensión estaba en Luxor. Posteriormente en el año 1977, el día 10 de julio, el Amado Serapis Bey hizo el anuncio del traslado del Foco de la Ascensión desde Luxor, Egipto hasta Long Island, New York, U.S.A.(Ver Revista “El Puente”, septiembre 1977).
Recientemente, a la media noche del 27 de noviembre del año 1989, durante la Conferencia de Acción de Gracias celebrada en Caracas, se estableció el Foco de la Llama de la Ascensión en las Montañas de los Andes, en Sur América. (Véase la Revista “La Palabra”, Abril1990.)
(2) La Iglesia de la Nueva Era del Cristo para Venezuela y América Latina, considera conveniente dirigir la atención hacia el Foco de la Ascensión establecido en los Andes de Sur América y hacia el Templo de la Ascensión en el Reino Etérico sobre Long Island.
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