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LA ESPERANZA
EL PODER DE LA RESURRECCIÓN

Habla El Ser Cósmico Esperanza:

El Puente, abril 1960

Amados amigos, a fin de lograr y mantener el Concepto Inmaculado del cual habla el Bendito Gabriel, las corrientes de vida no ascendidas requieren un tremendo vigor que se halla dentro de la Llama de la Esperanza que es Mi alegría sostener en los mundos emocional, mental, etérico y físico, porque sin Esperanza ningún hombre podría finalizar su curso, ni mujer o niño sostener el esfuerzo constructivo en el cual él o ella esté comprometido.


Somos parte de la Primavera, Gabriel y Yo, Gabriel a través de la Llama de la Resurrección conectándola con las hermosas Virgo y Amarilis, haciendo salir a través de la Tierra los capullos magnificentes que muestran el poder de la Resurrección en el Reino de la Naturaleza. Yo doy la fragancia a esas flores que es la Esperanza. ¡Si un bulbo latente enterrado en la Tierra durante el largo invierno, debajo de la nieve y el hielo, puede ser estimulado a la Resurrección y dirige su germinación y florece a través de la tierra y luego emite su perfume, debería ser una gran esperanza y ejemplo para la humanidad eso de lo que un bulbo ha sido capaz de hacer en la exteriorización de su concepto inma­culado, la humanidad también puede hacerlo!

A medida que la Llama de la Resurrección de la Primavera, esté surgiendo a través de la Tierra, cuando miren sobre cada arbusto y árbol con botones floreciendo, cuando miren sobre cada flor temprana de la Primavera que ha utilizado el poder de la Llama de la Resurrección, sientan las corrientes de Esperanza activas dentro de ustedes, porque dentro de sus corazones saben que tienen un patrón y plan divino esperando irrumpir y exteriorizarse, haciendo de cada uno un Cristo, una semilla mucho más poderosa que la pequeña, diminuta semilla dentro que es sostenida como el patrón del azafrán o la prematura violeta. Dentro de sus corazones, amados seres, encarnación tras encarnación el grande y paciente Dios ha colocado el Concepto Inmaculado Divino de El Mismo, y primavera tras primavera, durante años, durante encarnaciones, ¿dónde está la flor y el perfume de su Cristo? Digo ahora que no es suficiente que Jesús abriera la tumba de la inmortalidad, resucitado una forma mutilada y parado como un Ser brillante resucitado cuando existen diez mil millones de corrientes de vida pertenecientes a la evolución de la Tierra y alrededor de tres y medio billones de ellos que están en la encarnación hoy, esperando, esperando, esperando por alguien más para exteriorizar la naturaleza del Cristo.

No hay un ser humano que no tenga ese plan y patrón divino dentro de él y fue escrito que el hombre fue hecho a imagen y propia semejanza de Dios - esa imagen y esa semejanza ha sido ocultada por las personalidades hasta que muy pocos han llegado a florecer. Si todos los elementos fueran tan recalcitrantes como la humanidad quien ha usado esta Tierra, no habría Primavera, ni violeta, ni azafrán, ni lirio, ni arbusto florecido. Ellos permanecerían debajo de la Tierra durante años, pero la Vida Elemental, inferior a la de la humanidad, ha esperado el poder de la resurrección y creado el ritmo de la Primavera, verano, cosecha y descanso. ¡Lo que la naturaleza ha hecho, lo que Jesús hizo, lo que pocas corrientes de vida muy excepcionales antes que Jesús y después de El han hecho, es el destino de toda esta raza y de aquellas que aún están por nacer! Así que en el nombre del Dios que les hizo, del Cristo que está dentro de ustedes y de las potencialidades que esperan desarrollarse a través de ustedes, Yo invoco el poder de la Esperanza Cósmica para que sostenga sus sentimientos en una conciencia receptiva hasta que sean una expresión manifiesta de su divinidad.

Así que a todos ustedes digo esta mañana, acepten el concepto del Señor Gabriel para ustedes mismos y para el uno con el otro y para esta Tierra y tomen Mi vigor, que es el Poder de la Esperanza, no sólo durante esta época sino como un regalo permanente de Mi corazón para ustedes.

La Amada Esperanza


2004©La Iglesia de la Nueva Era del Cristo. Todos los Derechos Reservados.