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Mis queridos y amados corazones de la Liberación:
Hoy, a través de la gran bondad y misericordia de la Ley Cósmica y de los Señores del Karma, se Me proporciona otra oportunidad para ser Anfitrión para los hijos de la Tierra durante el período de treinta días justamente por delante.
Ustedes quienes se reunieron la noche del 17 de enero, son cada uno representantes de la Hemandad de Luxor (1) y de la Llama de la Ascensión que hemos nutrido con Nuestra energía de vida desde esa época, hace casi doce mil años, cuando dejamos la Tierra Natal sobre la Isla de Poseidón y, de acuerdo a las ordenes selladas dadas a nosotros por nuestro Rey Mismo, navegamos hacia el este hacia la tierra de Egipto. Llevamos con nosotros la riqueza de la cultura espiritual desde el Templo en el cual tuve el honor de ser Sacerdote Oficiante, y llevamos también en un brasero dorado, algo del Fuego Sagrado que ardía sobre el altar del Templo, centuria tras centuria, nunca siendo extinguido, sino suplido desde sus brasas sagradas el Fuego que vivió sobre los altares de los Templo menores y sobre los fogones de las casas del Reino.
Alcanzamos nuestro destino (cerca de 480 millas desde la boca actual del Río Nilo) justamente antes de que la acción cataclísmica final sacudiera las fundaciones del mundo, estremeciendo los continentes y desbordando los grandes mares, y al mismo tiempo que nos arrodillábamos juntos y respirábamos sobre las brasas humeantes del Fuego Sagrado, la Atlántida se hundía debajo de las olas del océano que aún lleva su nombre. Esta Llama que encendimos a nueva vida mediante nuestro propio aliento ha sido sostenida durante muchas centurias por el aliento de vida y protección de todos los Hermanos y Hermanas en Luxor (1) desde esa época. Desde esta Llama Moisés atrajo el Fuego del coraje, y Aarón las Artes del Sacerdocio, y delante de Su Presencia Resplandeciente, el Bendito Jesús atrajo la santidad que amplificó Su Cristiandad. Cuántos de los Iluminados de las Eras se han bañado en el Fuego Sagrado de Luxor (1), y luego a través de Su fuerza avanzaron hacia afuera para cumplir alguna Misión Divina, investidos con el Poder de esa Llama!
Y ahora, por segunda vez (2) en la historia de la raza humana, seres no ascendidos están contribuyendo voluntariamente con sus alientos para llevar la Llama de la Ascensión alrededor del mundo, penetrando la conciencia de la humanidad con su Poder Sagrado. ¡Benditos son ustedes, cada uno, en este servicio!
Entraremos a la Llama de la Ascensión juntos — el Sacerdocio completo de Luxor (1) — porque contamos con menos que mil fuertes. Cuando Nos paremos dentro de ésta, se expandirá mediante el poder de nuestras energías de vida individuales, y luego la dirigiremos hacia afuera hacia Arabia, y Ellos a su vez la enviarán hasta la India. Entonces seguirá el mismo trazado que fue usado en la transmisión previa de la Llama.
Estoy muy deseoso de despertar la conciencia externa de la humanidad a la receptividad de esta Llama, porque estas doscientas mil corrientes de vida dadas a Mi por la Junta Kármica son la prueba que debo ofrecer a la vida si vamos a prevenir los peligros de las actividades cataclísmicas como el único medio de sacudir a la humanidad para su despertar. Si estos a quienes he apadrinado pueden hacer una mejor demostración en Julio, que la que pudimos ofrecer en enero, tengo esperanzas. A medida que la Llama se mueva hacia afuera en su viaje sobre la Tierra, visualícenla logrando su fin - despertando a la humanidad.
Gracias, Esperanzas del Amor de Mi Corazón.
Serapis Bey _______
(1): En esa época (1953) la Hermandad de la Ascensión estaba todavía en Luxor. Posteriormente en el año 1977, el día 10 de julio, el Amado Serapis Bey hizo el anuncio del traslado del Foco de la Ascensión desde Luxor, Egipto hasta Long Island, New York, U.S.A.(Ver Revista “El Puente”, septiembre 1977).
Recientemente, a la media noche del 27 de noviembre del año 1989, durante la Conferencia de Acción de Gracias celebrada en Caracas, se estableció el Foco de la Llama de la Ascensión en las Montañas de los Andes, en Sur América. (Véase la Revista “La Palabra”, Abril 1990. )
El Consejo Ejecutivo de La Iglesia de la Nueva Era del Cristo para Venezuela y America Latina, considera conveniente SINCRONIZARCE con el Foco de la Ascensión establecido en los Andes de Sur América, cuya ubicación no se conoce, y con el Templo de la Ascensión en el Reino Etérico sobre Long Island.
(2) Recuerde el querido lector que era el año de 1953.
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